El mango llegó al Caribe desde la isla Reunión, pasando por Brasil y las Antillas Menores. Es uno de los frutos tropicales más finos y antiguos que se consumen en la región.

En la República Dominicana el mango ha crecido de manera silvestre durante varios años y todavía existen zonas de gran nivel de producción silvestre que es recolectada y llevada a los mercados a través de la cadena de comercialización.

El mango banilejo, que en su mayoría se produce silvestre en Baní y en otras zonas del país, se ha convertido en una clase que simboliza la calidad, sabor, olor y color del mango dominicano.
En el país, la mayor parte de la floración y fructificación ocurre de enero a febrero.

La República Dominicana posee excelentes perspectivas para la producción de mango, tanto para el consumo interno como para la exportación, toda vez que tiene condiciones naturales ideales para el desarrollo de este cultivo, y dispone de ventajas comparativas y competitivas frente a otros países de América Latina.

La producción de mango en plantaciones comerciales constituye una actividad económica relativamente nueva, pues las primeras datan de las décadas de los ochenta.

El tamaño promedio de las plantaciones de mango en la República Dominicana es de 2,1 hectáreas por productor. El área actual bajo cultivo de mangos asciende a más de 2.858 hectáreas, siendo la región suroeste la de mayor área sembrada del país con un 68% del área total sembrada.

La provincia con mayor área sembrada es Peravia, con más de 1.127,75 ha, siguiendo en orden de importancia, las provincias de San Cristóbal con 484,70 ha, Azua con 243,51 ha y San Juan de la Maguana 112,22 ha.

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Área de siembra de mangos en la República Dominicana